NO PIENSO PERDER MÁS EL TIEMPO

Háganselo saber a mi madre.

Quizás empecé a darme cuenta un poco tarde y sé que aún no termino de hacerlo. Pero no pienso perder más el tiempo.

Quiero que sepas que te adoro, por preferirme, y tal vez no sea médico pero prometo intentar brindarte todas las medicinas y tratamientos que vayas a necesitar.

No pienso perder más el tiempo, te quiero, no te preocupes que no tengo la intención de volver a dejar la universidad, si eso te preocupa aún.

Siempre has estado a mi lado -y al de mis hermanos, pero no me doy la licencia de hablar por ellos- me has acompañado en innumerables jornadas. Y lo haces y lo harás... no es porque me haya acostumbrado sino que es muy fastidioso pensar hasta cuándo, al menos ya no reniegas tanto y has dejado de decir que deberías morirte para estar tranquila.

No perderé más el tiempo dándote preocupaciones por mis romances fallidos, no volveré a presentarte una chica con la que tenga un par de meses de relación, ni volveré a hacer un regalo sin antes preguntarte si te hace falta algo a ti. Nunca más me oirás ni verás discutiendo por mi teléfono o llorando en la casa, tampoco lo haré fuera de ella. Aprendí a darme mi lugar, tú me lo enseñaste.

Escucharé más tus consejos y los pondré en práctica para mantenerme bien de salud, cuidaré más mi alimentación y tomaré menos ron y vodka y pisco, le daré más cabida a ese deleite que tengo por el vino que seguro proviene del que tú tenías tanto cuando me llevabas en tu vientre y quizás me compre una ardilla y haga muchas de las cosas que te gustaban y de las que me contabas, para siempre poder recordarte. No te preocupes, no gastaré mi dinero solo en zapatillas, aunque sé que ese gusto se parece al que tenías por tus zapatos plomos, los verdes, los rojos, los azules y otros más con los que recuerdo haber jugado de pequeño y uno que otro de ellos con el que me diste una súper catana. A eso quiero agradecerte todas las veces que me pegaste por malcriado, por palomilla, por mentiroso, por aprovechado, por contestón, me corregiste y buscabas que sea mejor, lo lograste y no es que haya faltado pegarme para que yo sea mucho mejor sino es que yo no puse de mi parte.

No pienso seguir haciéndote problema por la comida, pero tampoco te prometo aventurarme a tu vainita rebozada en huevo, ni a algún plato que posea pescado con espinas, aún no estoy listo. Y no pienso volver a decirte que en la casa de mi amigo comí muy rico tal plato o el otro, tu sazón es lo máximo, nunca dejes de prepararme mi almuerzo y ponerlo en algún táper, aunque a veces se chorreé el jugo o el aceite de la comida no pienso decirte nada.

No pienso perder más el tiempo y si no me piensas enseñar, aprenderé a cocinar por otro lado y la próxima vez te preparé algo.
No te preocupes mamá, no creo que esté loco, yo soy "no convencional" y quizás te diga que te quiero a menudo y te pregunte si me extrañas, pero me gustaría decirte más, que te amo, que te adoro y que eres la mejor mamá del mundo y que sepas que no me cansaré de extender de tu fama en casa de mis amigos, como lo hago a veces, te quiero mamá. Y si mi abuela me volviese a preguntar: "Hijito ¿a quién quieres más a tu mamá o a tu papá? -abuelita, cerrado, a mi mamá, le responderé y tú sabes por qué.
Sé que soy un mal hijo, una mala persona y que soy jodido pero buscaré serlo en el momento necesario y no todo el tiempo y si tú me lo pides para fastidiar a alguien. Seré más responsable y te demostraré más seguido que puedo valerme por mí mismo y que sé hacer un montón de cosas que crees que no, por cierto en aquellas que dices soy muy lento las haré más rápido.
No pienso perder más el tiempo haciéndote renegar porque me parezco a tal o cual, no mamá, te prometo que eso cambiará y siempre seré todo lo contrario de la gente que criticas. Gracias, te quiero mamita.

Raphael Nicolás Catalán Córdova